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la evolución de la raqueta 1


DIFERENTES EMPUÑADURAS
Y WEDGE


LAS LIGERAS RAQUETAS
DE LOS 20 Y 30’s


LAS ANTIGUAS
METÀLICAS


EN CONTACTO CON
LA RAQUETA

diferentes empuñaduras y Wedge

La empuñadura de cuero se generalizó a mediados de 1930, hasta entonces las raquetas se empuñaban directamente a un mango de madera que podía estar tallado de diferentes formas.

   A continuación se muestra un expositor/probador que perteneció a una de las tiendas de material deportivo Williams. Se fabricaron tres iguales para las tiendas de Paris, Burdeos y Cannes. En el expositor ha sido repuesto la ausencia del cristal ( impreso con la marca según la chapa de la base ) así como un poste lateral. Esta pieza contiene los cinco tipos de empuñadura más comercializadas, una distinguida Fishtail, la más antigua Rounded, la más común Regular, la más adaptable a las finas manos de las damas Fantail y por último las cómodas Bulbous. Todas basculan sobre un eje horizontal que permite probarlas.

   Anteriormente se han mostrado ya raquetas con diferentes empuñaduras, veremos algunas más y nos detendremos en el centro, en el corazón de las raquetas y de manera general en las etapas de los distintos “wedge”.
















LAS LIGERAS RAQUETAS DE LOS 20 Y 30’S

En las décadas adjuntas al cambio de siglo las raquetas tenían una robustez considerable. Los instructores de la época recomendaban las empuñaduras gruesas como prevención del codo de tenista, el resto del marco no desentonaba en grosor. Ya en las décadas siguientes las raquetas liberan peso con líneas más livianas en empuñaduras, mangos y también en el marco de la cabeza, apareciendo en algunos casos refuerzos en la zona de los hombros dando mayor consistencia en esa zona. Los mangos aparecen considerablemente más finos, inicialmente en un plano lateral y en ambos planos posteriormente. En 1907 la marca americana HarryLee patentó la raqueta con una ranura que atravesaba el mango lateralmente a su altura media buscando aportar flexibilidad. Esta idea se desarrolla por distintas marcas predominando las francesas que presentan modelos con hendiduras en diferentes ángulos y profundidades, que no siempre llegan a perforar por completo el mango. También aparecen modelos con los vértices del mango girados con la intención de que el vértice frontal “corte” la resistencia del aire en los gestos planos del juego de la época. Se muestra aquí un modelo australiano con este mango al que suma otro novedoso sistema de ajuste  de balance a través de una llave que se introduce desde el tapón de la empuñadura, tecnología punta de la época.
















LAS ANTIGUAS METÀLICAS

Muchos aficionados se sorprenderían al darles a conocer modelos metálicos como Dayton pensando que las Wilson de Connors eran toda una novedad. 

Así también nosotros, más duchos en el tema, nos sorprendemos cuando vemos que aparece una patente mucho anterior a lo conocido. Lamentablemente no conocemos ningún ejemplar de la raqueta The Centaur que iniciaría la evolución de las metálicas. 

El acero de las Dayton, el Aluminio de la Birmal y el acero inoxidable de la Fox son una muestra de esta evolución que no consiguieron romper la hegemonía de las raquetas de madera hasta la llegada de la raqueta metálica Lacoste.













EN CONTACTO CON LA RAQUETA

Dos objetos fundamentales mantenían contacto físico con las antiguas raquetas de madera. Uno, inherente al juego por ser el objeto móvil que le da razón de ser, la pelota. El otro, exento al juego en sí, las prensas, cumplían con “presión de contacto” una importante función de protección de las raquetas.

   Nos podemos deleitar con las estupendas colecciones de Jaume en pelotas y prensas múltiples y de Emili en prensas unitarias. Pocas cosas se escapan en ambas. Se muestra aquí pues de forma generalizada este aspecto de la colección deteniéndome tan solo en algunos ejemplares especiales que cayeron en mis manos: pelotas de Real Tennis que sólo rebotan sobre un suelo duro, pelotas de una caja Jaques&Son de 1888 cuyo caucho ha petrificado, pelotas de los 20, 30 y 40’s donde se aprecia la diferente textura de la tela de franela, franela ausente en las pelotas Meeking del periodo de la 2a Guerra Mundial donde este tejido estaba restringido exclusivamente a uniformes militares, restricción que afectó también al metal haciendo sustituir los botes de pelotas por cajas de cartón.

Un tercer objeto toma contacto puntualmente con la raqueta, su gran punto flaco ha sido y sigue siendo el cordaje. Antiguamente encordar bien era considerado un arte. El tacto sintiendo la tensión al tirar y el sonido de la cuerda tensada eran los mecanismos utilizados hasta la aparición de las máquinas de control de tensión en los años treinta. Mostramos aquí una de las primeras máquinas que facilitaba encordar con una tensión fija ajustable. El soporte, algo más antiguo, se utilizaba para fijar y trabajar con comodidad en la raqueta y al poco tiempo se patentan mecanismos externos para apoyar lateralmente en la raqueta ajustando la cuerda a una misma tensión. Un anuncio de la prensa de Chicago ofrece el producto como forma de trabajo sencilla y con rentabilidad.