LES PRIMERES RAQUETES

Las primeras raquetas de tenis fueron construidas de acuerdo a los métodos tradicionales de la época. Un trozo largo de madera, calentado con vapor, era doblado alrededor de un molde sujetando los dos extremos con una cinta, que se convertía en el mango de la raqueta. Se hacían agujeros en el cabezal por las cuerdas, las cuales se ataban horizontal y verticalmente o incluso, en algunos casos, en diagonal. El refuerzo con unas tiras laminadas ya fue propuesto en 1879, pero no fue hasta la década 1920-30 cuando la laminación fue usada sistemáticamente para endurecer las raquetas. A continuación, se insería una cuña cóncavo o convexo, de madera dura, maciza, habitualmente nogal o castaño, allí donde el marco deja una apertura triangular antes de transformarse en el mango. Todo el conjunto era encolado y después reforzado insertando una pieza metálica que estabilizaba las dos partes del mango con la cuña central.

A menudo, un trozo delgado de madera, formando parte de la cuña o por separado, se insería entre las dos partes del mango con el objetivo de darle más anchura. También se añadían dos tiras de madera, estas anchas y habitualmente de cedro, delante y detrás del mango, para darle el volumen adecuado. Se acababa la construcción con un pequeño tapón de piel que envolvía base del mango. A continuación, se engrasaba o aplicaba barniz para proteger la madera y hacerla visualmente más atractiva. El encordado se realizaba con filamentos trenzados de tripa de oveja.

Un buen amigo y experto en la construcción de raquetas, Amalio Sanchez Diaz, ha reproducido la creación de una raqueta de madera y nos ha cedido unas magníficas imágenes.


Raqueta (1850)


Raqueta (aprox. 1850)


Raqueta


Cordaje


Taller de fabricación de raquetas (aprox. 1900)


La primera raqueta Wilson (1917)