la colección

dE

EMILI BOSCH

per Emili Bosch

Siempre me ha entusiasmado ver la capacidad del ser humano para buscar la mejora de lo inventado. El pensamiento crítico puede mejorar e innovar cosas que ya creemos que funcionaban. Tuve la suerte de vivir la evolución de los materiales y formas, de que están hechas las raquetas, en la frenética década de los 80. La madera y metal empezaron a ser desplazados por la fibra de vidrio, el grafito, boron, kevlar. .. que han ido marcando cambios en la forma de jugar y entrenar en el tenis.

Aquellas maravillosas raquetas de madera, con su encanto artesanal y la diversidad de prensas que las acompañaban, me cautivaron de tal modo que decidí coleccionarlas. El primer reto fue marcar un intervalo, un límite. Mi colección tiene unos motivos claramente emocionales y por eso decidí adentrarme en las raquetas de los años 60 hasta 1983. Gracias a la aparición de internet y de sus plataformas de compra y venta tuve acceso a raquetas,

prensas y otros complementos, de todo el mundo. Hay que mencionar que el coleccionismo es una reminiscencia, según algunos psicólogos, de una época ancestral donde el ser humano debía recolectar y cazar para sobrevivir. Lo mismo que hacían aquellos antepasados ​​para controlar una buena recolección o atrapar una buena pieza es lo que hace el coleccionista: observa, recoge información, busca datos, conoce el entorno y la historia del tenis y tiene paciencia. Mis visitas a mercados de segunda mano, anticuarios y almonedistas se convirtió en una rutina que a lo largo de los años ha dado sus frutos.

Aquí podrá ver una muestra de diferentes objetos, prensas, fundas y algunos inventos que han intentado mejorar las raquetas. Como la propia teoría de la selección natural, quienes no han triunfado han desaparecido y quienes han tenido éxito han perdurado. Seguro que faltan pero…¡un buen coleccionista no acaba nunca!